martes, 25 de octubre de 2016

Las enseñanzas vitales que nos ha regalado la primera temporada de 'Paquita Salas'

Brays Efe encarnando a Paquita SalasEl quinto y último capítulo de 'Paquita Salas' ya está disponible en Flooxer. La serie, protagonizada por Brays Efe y Belén Cuesta se ha desvelado como la gran revelación de 2016 gracias a su tono irreverente y corrosivo con el que ha retratado a todo un sector. Mientras Atresmedia se decide a darle una 2º temporada, ahí va un repaso de las enseñanzas que nos ha regalado 'Paquita Salas'.

La frustración es un elemento más de la vida y hay que saber manejarla: la vida es frustrante, es hora de asumirlo. La única forma de seguir adelante es saber encajar esa sensación y eso es algo que Paquita Salas ha demostrado con creces. Cada vez que la vida le ha aguado los planes, la representante ha conseguido sobreponerse e idear un nuevo plan. En un mundo en el que los niños crecen sobreprotegidos, la tolerancia a la frustración se está quedando bajo mínimos. El ejemplo de la protagonista, dentro del esperpento, es una gran lección: la frustración es algo natural, asúmela y pasa página.

Qué difícil es ser diferente en un mundo clónico: una de las mayores críticas que se le hacen a la sociedad actuales que se educa a las personas para ser todas iguales. Esto también es extensible a los programas de televisión, que suelen seguir unas líneas maestras muy parecidas para no asumir excesivos riesgos. 'Paquita Salas' se marca un doble tanto en este aspecto: demuestra, dentro de la ficción, que al final la que llama la atención es la actriz diferente, la que tiene algo que aportar (maravillosa Mariona Terés); y que, a juzgar por su éxito, certifica que el público está sediento de productos que revolucionen los estándares.

Reírse de uno mismo es la única manera de sobrevivir: 'Paquita Salas' ha conseguido reflejar el 'backstage' del mundo artístico y lo ha hecho sin olvidar los momentos bajos. Uno de los grandes puntos de la serie ha sido la autoparodia de Lidia San José (glorioso el momento 'Pasapalabra'). La actriz demuestra que reírse de uno mismo es la mejor manera de afrontar la vida, porque así el éxito será menos prepotente y el fracaso será menos doloroso.

Las mejores oportunidades a veces se presentan de formas inesperadas: en el primer episodio, Paquita Salas se quejaba de que una de sus representadas no quería hacer un papel en 'El secreto de Puente Viejo', perdiendo una gran oportunidad. Un buen ejemplo de cómo nos hemos sofisticado (en el mal sentido) con el paso de los años. Mientras antes la más mínima ocasión era exprimida, ahora las condiciones tienen que ser ideales para poder intentarlo. Ningún actor debutó protagonizando una película de Amenábar ni ningún periodista comenzó firmando un reportaje en el New York Times.

Y, por supuesto, que a Valladolid no se puede ir en kayak


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