Hay una escena que explica a la perfección 'Astral': un niño pequeño parte por la mitad su chicle para compartirlo con uno de los voluntarios de Proactiva. Porque este documental, con el que este domingo abre nueva temporada 'Salvados', es una canto a la esperanza en medio de un océano de miseria, donde la única premisa es que nunca se deja a nadie atrás.
El programa huye del sensacionalismo para centrarse en las personas: en las que deciden huir hacia lo desconocido con el sueño de tener una vida mejor, en las que lo dejan todo para que el fondo del mar no siga convirtiéndose en un cementerio y en las que permiten que todo esto suceda mientras se hacen fotos con cara de preocupación. El fin del documental es precisamente ése, lograr que la inacción de los que mandan no siga cobrándose más vidas, que la sociedad despierte y exija a sus gobernantes soluciones que vayan más allá de los tratados que sólo tratan de dar buena imagen.
laSexta ha apostado por un producto complejo, alejado de los estándares de la televisión comercial, demostrando que no se conforman con hacer televisión tradicional, sino que buscan ir más allá. Un espacio largo (100 minutos) y denso, en el que prima la imagen sobre la palabra. 'Astral' no busca la lágrima fácil ni la escena efectista; su única preocupación es mostrar lo que ocurre no tan lejos de nuestras casas. La presencia de Évole en pantalla se reduce al mínimo para dejar espacio a los desgarradores silencios, los cuales forman la banda sonora de aquellos que arriesgan su vida en el mar.
La realización es otro de los puntos fuertes del espacio, ya que refleja de forma certera la angustia de la situación. Las imágenes de los desembarcos, llenas de caos y miedo, transmiten la desesperación propia de quién tiene a un palmo la tierra prometida tras una travesía interminable por el infierno. Porque, ante la mirada de alguien que ve en el mar la estabilidad que nunca obtuvo en tierra, poco más se puede añadir.
El documental gira en torno a tres tramas diferentes que van confluyendo a lo largo de los minutos que dura el programa. La primera narra la historia del Astral, el barco que Livio Lo Monaco cedió a Proactiva para los rescates en el Mediterráneo. La segunda se centra en los migrantes que luchan por un futuro en el que la muerte no sea una realidad cotidiana; mientras que la tercera tiene como protagonistas a los voluntarios,
'Astral' no es un motivo de orgullo para Proactiva ni para 'Salvados'. Óscar Camps, el director de la ONG, lo recalcó en la presentación: recibir aplausos y premios es lo último que querrían porque su única intención es no tener que existir. Mientras tanto, este documental es una pieza fundamental para lograr cambiar el rumbo de la situación. Cuando las próximas generaciones nos pregunten por qué miramos para otro lado, ya no podremos decir que no lo sabíamos.
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