Es una realidad: una televisión pública fuerte es básica para el desarrollo cultural y creativo de un país. Durante un período complicado como fue la Transición, TVE potenció la calidad y la innovación. Muchos de sus formatos revolucionaron la televisión y una de las causas el cuidado y el mimo con el que sus dirigentes trataban al ente. Sabían que era una herramienta vital para mostrar la creatividad y la de un país que había atravesado cuatro décadas negras.
Mucho deberían aprender los actuales jefes de la Corporación de aquellas prácticas. TVE se ha convertido en una plataforma al servicio del poder, sepultando a los magníficos profesionales de la casa para imponer sus intereses. Se ha escrito mucho acerca de estas prácticas en La 1 pero, sin embargo, la situación de La 2 se suele obviar pese a lo sangrante de algunos movimientos.
El objetivo del canal es la divulgación cultural y científica, por lo que la audiencia no debe ser lo que rija lo. Pero lo que no han comprendido es que no por ello hay que despreciar la estrategia de promoción y publicidad, que ha sido catastrófica en los últimos años.
El ejemplo más palpable es 'La 2 Noticias', un informativo diferente que apuesta por contar la actualidad con un estilo propio, el cuál ha sido alabado y galardonado. Este espacio, que debería ser uno de los vertebradores de la programación, tiene un horario cambiante, lo que hace imposible fidelizar al espectador.
'Cachitos de hierro y cromo' es otro de los casos más sonados. Gracias a una impecable mezcla de humor, nostalgia y música, el programa se ha convertido en uno de los más prestigiosos de La 2. Esto debería ser razón para que la cadena cuidase al espacio pero no ha sido así. La nueva temporada ha conllevado una cambio horario, pasando de las 21:30 a las 20:30. Esta franja, en tierra de nadie (y más un domingo), ha descolocado a los espectadores, lo que se ha plasmado en una bajada considerable de la audiencia.
La ciencia también ha sufrido la zozobra de La 2. A finales de 2014, la cadena lanzó 'Órbita Laika', un espacio que mezcla la divulgación científica y el humor. Tras un buen arranque, que cosechó grandes críticas, el canal ha emitido tres temporadas del programa, cada una en un día diferente (domingo a las 23:00, miércoles a las 23:30 y martes a las 23:30). Con esta no-estrategia, lo único que han conseguido es marear al espectador y desperdiciar un formato con muchas posibilidades.
No sólo los programas han sido maltratados. Las películas se han convertido en la base del prime time de la cadena pero no por ello han gozado de mejor suerte. La 2 se ha caracterizado por estrenar grandes películas, como 'Relatos salvajes', sin darle apenas promoción.
Pero, ¿por qué? La explicación es tan sencilla como arrolladora: los que mandan han entendido que una cadena es un marrón, no una herramienta social. Les da igual, no les importa nadie: ni los creadores ni el público ni la labor cultural que debería tener La 2. Porque una mala programación y promoción es incluso peor que un espacio de mala calidad: desperdicias talento y oportunidades por puro desinterés. Al menos, siempre nos quedará Jordi Hurtado.
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