Nada hacía pensar que triunfaría. No era conocido para el gran público ni había aparecido nunca en televisión pero laSexta apostó por él y no se equivocó.
Alberto Chicote ha vuelto a ponerse el traje de superhéroe para salvar restaurantes en una nueva temporada de
'Pesadilla en la cocina' con un éxito total de audiencia.
El cocinero madrileño se ha convertido en uno de los rostros televisivos más reconocidos y ya es uno de los buques insignias, no sólo de laSexta, sino de Atresmedia. La mezcla de espontaneidad y
fuerte carácter combinados con su aura de tipo duro con corazoncito se ha desvelado como una receta infalible para lograr el éxito.
Además, lo ha hecho al frente de 'Pesadilla en la cocina', un formato difícil de mantener. Su funcionamiento es clónico en casi todas sus entregas (restaurante hecho unos zorros con un personal de manicomio, desesperación de Chicote, todos se dan cuenta de que es insostenible y acaban remando juntos para reflotar el negocio), por lo que es muy fácil caer en la repetición y aburrir al espectador. Ahí está la grandeza del chef (y de todo el equipo de realización y producción), que consiguen crear nuevas situaciones para darle una vuelta de tuerca al espacio.