La televisión es un extraño electrodoméstico que nos hace reír, llorar, emocionarnos o indignarnos. Es un aparato que convierte a personas en ídolos o villanos a la velocidad de la luz. Es uno de los inventos más importantes del siglo XX y, pese a lo que digan, sigue siendo un elemento vital en nuestra vida. Uno de los motivos por el que la televisión nos lleva cautivando desde hace décadas es por su capacidad para hacer magia. Pero ese mérito no es suyo, sino de los profesionales que trabajan en ella, que se han convertido en una especie de ilusionistas omnipotentes.
Y el mejor ejemplo de ello es 'Salvados'. El programa de laSexta lleva años destapándose como una de las herramientas más interesantes que tiene la sociedad para informarse y reflexionar. Porque estamos en un momento contradictorio, con grandes avances tecnológicos que coinciden con flagrantes retrocesos en ciertos derechos (entre ellos, el de la información). Ese es uno de los motivos por el que el programa presentado por Jordi Évole se ha convertido en todo un fenómeno, por la necesidad que ha surgido de encontrar una fuente potable y coherente que nos ofrezca elementos para poder pensar sobre lo que nos rodea.
La nueva temporada ha comenzado con una entrevista a Julio Iglesias, uno de los grandes iconos populares españoles. Una charla cargada de guiños y risas pero de la que también se han podido extraer interesantes reflexiones, como algunas formas poco ortodoxas pero muy útiles de hacer política internacional. 'Salvados' se puede apuntar un gran punto con esta entrevista, ya que el madrileño no es muy habitual en estos lares y, además, han conseguido declaraciones muy jugosas.